sábado, 16 de febrero de 2013

De Megaupload a Mega


Desde el cierre de Megaupload, muchas páginas basadas en el visionado online de películas y series quedaron condenadas al fracaso absoluto porque todos los enlaces que poseían para poder visualizar el contenido eran con Megaupload. Esto no solo supuso un trastorno a los creadores de páginas como Cinetube o series Yonkis, sino a los propios consumidores de estas páginas que tuvieron que renunciar a ver las películas online. Por tanto con la desaparición de la posibilidad de cine online y la subida del precio de las entradas de cine, muchos hemos tenido que renunciar al cine por un tiempo y limitarnos a las “maravillosas” películas de fin de semana que ponen los canales de la televisión en abierto – que bien su análisis merecería una entrada aparte-. Pero esto puede acabar en poco tiempo porque, aunque de momento tiene algunos problemas, ha llegado Mega la sustituta de Megaupload y esta vez promete quedarse.

Kim Dotcom, informático y millonario
El fundador de Megaupload y del nuevo Mega, DotCom (alias que recibe desde su época de hacker), tras haber sido encarcelado consiguió su libertad el 22 de febrero de 2012 y todavía se encuentra en mitad de una batalla legal contra Nueva Zelanda para evitar la orden de extradición a Estados Unidos. Allí es donde la fiscalía le acusa de haber transgredido la ley y de enriquecerse con 175 millones de dólares a la par que también se le acusa de haber creado unas pérdidas para la industria audiovisual de 500 millones de dólares. Esta batalla parecía claramente ganada por el gobierno de los Estados Unidos pero según va pasando el tiempo y tras su puesta en libertad se han ido conociendo detalles, hasta entonces no revelados, del operativo internacional. Por un lado los abogados del fundador de Megaupload consiguieron, en junio de 2012, que un juez declarase ilegales las órdenes de su detención y de registro de su casa. Por otro lado el ministro neozelandés llegó a pedirle disculpas por el trabajo conjunto que realizo la Oficina de Seguridad de Comunicaciones con el FBI para espiarlo de forma ilegal, algo por lo que Dotcom ya ha impuesto una demanda.
Mansión Dotcom
Kim Schmitz, nombre real del fundador, solo ha necesitado un año para resurgir, cual ave fénix, una página de características similares a Megaupload pero esta vez promete encontrarse totalmente en la legalidad y llegó a afirmar: “Legalmente, no hay nada que pueda usarse para cerrar mi sitio web, que es tan legítimo y tiene tanto derecho a existir como Dropbox, Boxnet o cualquier otro de los competidores”. Esta nueva página creó una gran expectación y en las dos primeras horas, Mega consiguió 250.000 miembros. El gran número de visitas provocó que el servidor funcionase de forma muy lenta. La empresa sugiere el uso de Chrome para un mejor funcionamiento. Los que opten por el modelo gratuito tendrán 50 GB a su disposición para que almacenar películas, música, videojuegos, fotografías y todo aquello que se le ocurra. No habrá cuentas eternas y se podrán contratar tres planes diferentes que ofrecen desde 500 GB hasta 4 Terabytes con una horquilla de precios que van desde los 9,99 hasta los 29,99 euros al mes. Para la presentación de la página, Dotcom organizó una fiesta en su mansión a las afueras de Auckland. La grandiosidad del evento así como la forma de convocación de los invitados, que fueron convocados al estilo Charlie y la Fábrica de Chocolate con invitaciones doradas escondidas esta vez no en tabletas de chocolate Wonka sino en tarrinas de helado. La fecha era clave y por si en la Casa Blanca se habían olvidado del evento, Kim envió un irónico tuit poco antes del comienzo. «15 minutos @BarackObama». «El justiciero cibernético». Esta fiesta de presentación no dejo de lado a los EEUU, no solo por los tuits enviados por Dotcom sino porque el evento fue interrumpido por una recreación de lo sucedido en ese mismo escenario un año antes. La representación contó con la entrada de los SWAT desde los tejados de la vivienda y un helicóptero del FBI sobrevolando la finca. Un espectáculo de pirotecnia a modo de disparos cubrió los laterales del escenario hasta que todo se detuvo tras un grito de "Stop" de Kim Dotcom. Esto cortó el discurso del fundador, en el que el mismo se denominó como un defensor de la libertad de internet diciendo “Internet no pertenece a ninguna persona. Los intentos de dominar Internet están en contra de la innovación y deben parar. Nuestros derechos de autor y accesos fueron arrebatados sin un juicio ni advertencias”. Creo que no es necesario decir, por su evidencia, que este evento fue retransmitido online en directo. 
Analizando el nuevo sitio web, Mega, la gran diferencia con respecto a Megaupload queda casi oculta a ojos del usuario. Dotcom ha levantado el sistema basándose en la encriptación. A través de ella espera bordear las leyes contra la piratería que llevaron al cierre del anterior servicio. ¿Cómo funciona? Con tan solo un click, el usuario codifica el archivo y lo sube a los servidores de Mega, que generará una clave única para el internauta. Solo con esa contraseña será posible acceder al contenido, de tal forma que ni siquiera los trabajadores sabrán qué guardan en sus servidores, aunque se almacenarán muchos datos de los clientes, incluyendo la dirección IP. Con esto se pretende que la responsabilidad sobre los contenidos y la difusión de las contraseñas por la red queda en manos del usuario. El millonario fundador explica que “si los servidores se pierden, si el Gobierno llega a una base de datos y la confisca, si alguien hackea el servidor o roba sus datos, no se llevaría nada. El archivo subido al sitio “se mantendrá cerrado y privado si no se tiene la llave. Esta vez, los archivos se replicarán en los centros de datos que Mega ha repartido en diferentes países. Así se aseguran que los archivos estén accesibles ante un eventual bloqueo gubernamental o desastre natural. Nada ha podido frenar el lanzamiento, ni la cancelación de la campaña de publicidad contratada con medios neozelandeses, una decisión atribuida entonces a las discográficas, a las que acusaba de "abusar de su poder".
Con todos estos medios y cambiando algunas de sus políticas se pone en marcha Mega, de momento son muchos los usuarios que han advertido fallos en el sistema, pero estos están siendo rápidamente solventados. El propio fundador ha reconocido estos fallos y ha afirmado estar trabajado en ello. Una de las causas de estos problemas es la saturación que ha recibido el servidor que ya alcanza el millón de usuarios. De esta forma el inicio de Mega es un test para comprobar las capacidades del servicio, que irá mejorando y del que se espera que poco a poco desaparezcan los problemas y el servicio se preste con todas las garantías.

Ya esta aquí Mega, la renovada Megaupload

A modo de reflexión personal, debo mostrar mi acuerdo con el creador porque realmente Internet lo deberíamos controlar los usuarios que somos quienes lo utilizamos, quienes compartimos nuestros archivos y los que tenemos que recurrir a páginas como esta debido al elevado precio que supone para muchos de nosotros acceder a la compra de los medios que nos ofrecen estas páginas. Enfocándolo hacia el visionado de series y películas creo que los usuarios no acudiríamos a este tipo de páginas si nos fuese posible acudir al cine todas las semanas, porque no creo que nadie cambie por gusto una buena sesión de cine con todas sus ventajas (sonido, imagen, iluminación, entorno…) por una pantalla de ordenador más o menos grande pero que no permite la misma apreciación ni sensación del cine. Pero no solo el cine, la mala calidad de la televisión en abierto, el elevado precio de DVD´s y CD’s hacen que este tipo de sitios web eleven cada día su número de visitas. De forma que en mi opinión, que no sé si será buena, adecuada o mala ni tampoco a quien le importará, si el precio del ocio, que en realidad es de toda la cultura en sí, fuese menor estas páginas perderían no todas pero si gran parte de sus visitas.
Natalia Fernández

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con tu reflexión personal en tanto señalas que se reducirían la mayor parte de visitas a estas páginas si disminuyese el precio de las entradas de cine y de los soportes físicos de las películas. Precios que no descubrimos nada nuevo a nadie afirmando que en España son de los más elevados de Europa. A esto tendríamos que sumar, como bien señalas, la bajísima calidad de la televisión en abierto; de la que sin embargo no nos podemos quejar en tanto que es la demandada por la audiencia. Si bien es verdad que tal vez se trate de un problema de educación, de lo que hemos mamado desde pequeños, y que, si en vez de saturarnos con formatos propios de la "telebasura", se promoviese una programación basada en formatos y películas de calidad, con un mayor contenido cultural, es probable que la audiencia tuviese un mejor "gusto".
    Por otra parte, también apoyo el apunte que hace Almudena en un comentario del post anterior, en el que señala la importante plataforma de difusión que es Internet para nuevos talentos y proyectos carentes de presupuesto suficiente para ser competitivos o participar en un circuito comercial mayor.

    Carmen Lucía Zamanillo

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  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo, la culpa de la bajisima calidad de la televisión española la tenemos única y exclusivamente los españoles pues está más que demostrado que las audiencias controlan las emisiones de ciertos contenidos y esque si un programa no capta toda la audiencia que se planeaba, la cadena corta por lo sano y lo elimina de la parrilla televisiva. Pero el problema, bajo mi punto de vista, no es ya solo la televisión que en cierto modo es una forma de entretenimiento de la que no se puede esperar mucho es la decadencia a nivel cultural que está sufriendo España, un gran país en el que se dedica más dinero a hundir en la miseria a los trabajadores y ciudadanos que a fomentar su estudio, bienestar y nivel cultural.
    Por supuesto y por último, mostrarme a favor de lo que Almudena comentó en el post anterior. Reiterando mi pensamiento de que la bajada del precio de las entradas de cine y las subvenciones para dar oportunidad a estos nuevos y modestos proyetos serían una muy buena solución y harían competitivas en el mercado a estas pequeñas producciones

    Natalia Fernández Oliva

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  3. Tengo que mostrarme totalmente de acuerdo con tu reflexión personal, pienso que Internet es una herramienta que tiene muchas ventajas a nivel cultural, que es el que en este caso nos importa, y que todas las desventajas podrían convertirse en cosas positivas.

    Considero que Internet es la plataforma ideal para dar libertad y promover la cultura sin que ello conlleve una pérdida de beneficios para los artistas ni un gasto elevado para los consumidores.
    Sin embargo, promover la cultura a través de Internet no debería suponer acabar con los medios tradicionales como el cine o el teatro. Todos deberíamos tener acceso a la cultura, a nuestra cultura.

    Me gustaría acabar con la siguiente frase del discurso de Enrique González Macho en la gala de los Premios Goya de ayer: “El cine nos pertenece a todos, es un derecho de los ciudadanos, y como cultura no es un complemento: es parte esencial de la vida”.
    En su caso se refiere al cine, como presidente de la Academia de Cine Española, pero la cultura en general es parte esencial de la vida y debería de estar al alcance de todos, no solo para el 21% de la población.

    Natalia Rivas Recio

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  4. Me parece muy interesante tu reflexión y también pienso que Internet es un medio tanto de información como de entretenimiento que debería ser completamente libre. Al igual que la cultura que debería ser libre y gratuita, porque al contrario que Darío en el post anterior, sí creo que la cultura es algo de primera necesidad y que debería estar disponible para todos.
    Porque es realmente injusto que para que algunos se enriquezcan (los cuales ya son lo suficientemente ricos, como las grandes industrias cinematográficas y actores de Hollywood) haya que pagar unos precios cada vez más elevados y debido a ello, gente con pocos recursos no pueda acceder siquiera a dicha cultura.
    Alba Domínguez

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