lunes, 11 de marzo de 2013

La tentación de la manzana

En la actualidad observamos una aumento de ventas de productos de la marca Apple frente a otros funcionalmente similares, ahora bien ¿qué empuja a la gente a pagar el triple? ¿realmente valen cualitativamente el tripe los productos Apple? ¿tienen mejor software? ¿mejor hardware? ¿quizá un mejor sistema de seguridad? Es cierto que la propia compañía ha creado el hardware y software, de esta forma el sistema operativo OS X consigue sacar el máximo partido a todos los nuevos Mac, siendo aparentemente superiores.
Sin embargo, volviendo a las cuestiones planteadas estos no son los motivos por los cuales la gente decide comprarse un Apple. Claramente están dispuestos a pagar una considerable cantidad mayor por la simple marca. O quizá no tan simple. Quizá no es solo una manzana lo que nos seduce. El diseño o la publicidad a la que estamos expuestos nos influyen enormemente a la hora de decidir qué producto comprar, y en este sentido Apple ha ido siempre en cabeza.
Ya desde sus comienzos podíamos observar como la compañía apostaba por un marketing agresivo como en aquel anuncio de Macintosh Computer en 1984 emitido durante la Super Bowl cuando el propio Steve Jobs le dio una orden clara a los publicistas "Quiero que el mundo se pare".

 Pero el marketing de Apple no se queda en los anuncios de televisión, otro raso característico es precisamente el precio de sus productos, la gente está dispuesta a pagar más por el sencillo razonamiento de lo más caro es mejor. Además un precio más elevado le da al consumidor una imágen de exclusividad, falsa imágen porque incluso en tiempos de crisis vemos como todos se las ingenian para hacerse con una tableta.
Por supuesto y como ya os he comentado en otra entrada, la personalidad del fundador de Apple fue crucial para su desarrollo, Steve Jobs estuvo obsesionado desde los comienzos con el diseño, la utilidad y las sensaciones que pudiera transmitir su invento. La estética siempre debía ir de la mano de la tecnología. Para Jobs el objetivo nunca fue hacerse rico, más bien quiso crear una empresa duradera, algo así como una estúpida forma de inmortalidad, si bien este era el espíritu de los primeros años pronto estudiaron una sólida estrategia de marketing basada, según sintetia.com, en la empatía, la concentración y la atribución. En primer lugar la empatía, la conexión con los sentimientos del cliente, saber qué necesita o hacer que necesite eso que la empresa puede ofrecerle, y por supuesto adelantarse a los competidores para que les satisfaga y les haga sentir distintos. La concentración, se refiere a marcarse pequeños objetivos para lograr grandes metas, no querer hacerlo todo en todo 
Mac Mini actualizado con Lion, Thunderbolt y Sandy Bridge
momento. Y por último la atribución, "la gente se forma una opinión sobre una empresa o producto según las señales que estas emiten" Jobs lo tenía claro al respecto: "la gente juzga un libro también por su cubierta. Puede que tengamos el mejor producto, la mejor calidad, el software más útil, pero si lo ofrecemos con una presentación chapucera, la gente pensará que es una chapuza. Si lo ofrecemos de una forma creativa y original le estaremos atribuyendo las cualidades deseadas".


 Almudena R. González Muñoz

3 comentarios:

  1. Como bien has dicho, que un producto Apple tenga mejor software, hardware o sistema operativo no es la razon por la que aumentan sus ventas, sino su estética y el estatus que se adquiere al tener un producto de tal marca.
    Sinceramente y creo que como excepción, yo no me siento atraida por esta marca de productos, pues veo el inconveniente de los dsitintos formatos al resto de productos que tengo en casa. Sí tengo que admitir que su estética está muy conseguida, pero no su funcionalidad.

    Natalia Rivas Recio.

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  2. Me parece muy interesante la promoción y publicidad que hizo Steve Jobs de sus productos porque gracias a ello, consiguió que sus creaciones se convirtieran en un reflejo de la modernidad y el diseño, dando en todo momento, una (aunque falsa) idea de estatus o exclusividad. Y creo que es curioso ver como se refleja la personalidad de dicha persona a la hora de crear sus productos.
    Aunque realmente no tiene muchas más prestaciones ni son más funcionales que Windows o que el sistema operativo Linux, la gente ha acabado por preferirlo por el simple hecho de que, debido a la propagada realizada por Apple, se ha extendido la idea de que siempre será mejor tener un iPhone, iPad, Mac... que cualquier otro producto informático.

    Alba Dominguez Domínguez

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  3. Sinceramente creo que muchos consumidores se siguen fiando de la frase "La calidad hay que pagarla" cuando existen muchos productos que pueden sustituir a los caros presentando la misma calidad e incluso a veces más porque hoy en día las empresas, en especial las de nuevas tecnologías, llevan a cabo sistemas de obsolescencia programada en que los que los productos se fijan con una garantía de calidad que una vez cumplida empieza a fallar. Por tanto si una vez el producto ha cumplido su garantía va a fallar sea de la marca que sea ¿hasta que punto nos compensa comprar algo más caro?. En mi opinión compensa hacerse con productos de Apple porque el diseño y el prestigio que aportan marcan la diferencia y tendencia. Como bien dices en la entrada y reiterando las palabras de Natalia Rivas, no importa la calidad sino el diseño y la marca.

    En resumen, cada día salen al mercado productos que se asemejan a los de Apple pero que no llegan a hacerle sombra porque la marca, no solo en tecnología sino en cualquier artículo ya sea ropa, electrónica, calzado, accesorios, siempre será la marca y los consumidores optaran por el prestigio y el diseño en lugar de la calidad.

    Natalia Fernández Oliva

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